Demasiado rígida, difícil de seguir o muy básica

Hay ciertas palabras tabú y de discusión en el mundo de la paternidad y una de ellas es “rutina”. Para algunos es la oportunidad de tener cierta estructura y paz en su día, pero para otros es causa de ansiedad y represión. No importa cual sea la sensación que esta palabra te genere, en este blog te vamos a hablar de las ventajas de tener una rutina. Para todos, tu bebé, tú y tu familia entera.

¿Qué se piensa de las rutinas?

La primera idea que se nos viene a la mente es de “los papás y su estructura para imponerle cierta forma al día”

Para algunos anti rutinas esto es “estricto y malvado” con los hijos ya que el bebé no puede definir su horario. Mientras que esto es de cierto punto de vista cierto, un bebé todavía no desarrolla al 100% de forma óptima su reloj biológico y para que lo logre de una forma efectiva requiere cierto apoyo y guía.

Otros papás creen que una rutina no es buena para los niños o que solo está diseñando para el beneficio de los papás, oponiéndose a las necesidades de los bebés, lo que no necesariamente es verdad, ya que al final, tu haces esa rutina y puedes hacer un equilibrio entre cubrir las necesidades de tu bebé y que sea factible hacerla para ti.

Beneficios para tu bebé

La realidad es que los bebés necesitan estructura y constancia en sus vidas. Esto es para todos los bebés, ya que esto les crea seguridad. ¿Qué tan estructurada debe ser esta rutina? dependerá por supuesto del carácter y forma de ser de cada bebé.

Desde una edad muy pequeña los bebés empiezan a reconocer “detonadores o claves” para ciertas actividades. Cuando una secuencia de actividades es predecible. Por ejemplo. “después de la cena viene el baño y después voy a mi cama. ” Este conocimiento de la secuencia los ayuda a sentirse seguros.

De la misma manera tu hijo va a insistir en que siempre le cuentes la misma historia, noche tras noche, y así ellos disfrutarán el momento de saber y tener la tranquilidad de saber que es lo que va a pasar. Así que pasará exactamente lo mismo con tus rutinas.

Esta seguridad es la base para que sientan la confianza de seguir explorando el mundo, conociendo y descubriéndolo.

Una rutina adecuada según el ritmo circadiano de tu bebé, funciona muy bien, ya que incluso les ayuda a reducir los episodios de llanto. Tu bebé ya no tendrá la necesidad de gritar o enojarse para comunicarte que tiene hambre o mucho sueño, ya que cada vez te podrás anticipar a sus necesidades.

Lo mismo va a pasar en caso de que tengas que encargarlo con alguien más. Con la rutina, esa persona, nana, cuidador o abuela, se podrá anticipar y evitar los momentos de tanto estrés.

Además, para la persona que lo cuide, es la oportunidad de estar pendiente de sus necesidades básicas, sin necesidad de dejar a su juicio o interpretación de “llanto de hambre”, “llanto de sueño”, “llanto de pañal” lo que ayudará a reducir el estrés de tu bebé significativamente.

Beneficios para ti

Por su puesto una de las principales ventajas será para ti, ya que se reducirá tu estrés de forma notable. Cuando llegas a casa con tu primer bebé, te sientes completamente desorientada y sientes que todo tu mundo está de cabeza.

Después de los primeros días de tener a un recién nacido en casa, tu día a día empieza a adquirir “cierta forma”

Unas semanas después empiezas a tener cierta estructura en tu día, lo que te permite realizar otras actividades, ya que has ido aprendiendo a reconocer las necesidades básicas de tu bebé, evitando en su mayor parte los episodios de “drama” que suceden cuando no son cubiertas.

Ahora bien, si tienes más hijos, estarás mucho más ocupada cuidando también de ellos, así que la rutina definitivamente te podrá ayudar a que las necesidades de todos estén cubiertos sin que tú estés a punto de enloquecer a cada minuto. Estar revisando el reloj constantemente, puede ser percibido como algo “no tan bueno”, sin embargo, es mucho más fácil que sólo estar observando la señales de tu bebé e intentar interpretarlas de forma correcta. Muchas veces estamos ocupados haciendo otras cosas, no sólo estudiando y aprendiendo como leer a nuestro hijo y sus respectivas señales. Entonces el tener una rutina es como tener una guía de cuando cada necesidad debe ser cubierta, lo que hará que nuestra tarea como mamá sea mucho más fácil de conseguir.

Se Paciente y Constante

Nuestro pequeños humanos no vienen con instructivo, así que una rutina adecuada para su edad (que cubra las necesidades de sueño y alimento que necesita en cada etapa) nos ayuda a establecer una base de donde partir.

Esto te ayudará a reconocer de forma mucho más fácil cuando tu bebé este listo para dejar una siesta o saber como reaccionar en caso de que este muy alterado.

Una buena rutina nos da la oportunidad de tener a “donde regresar” cuando las cosas se salen de control por algunos días, ya sea por enfermedad, o un viaje, visitas inesperadas… la rutina te dará la oportunidad de retomar las riendas de tu día a día fácil y rápido.

Y esto es de mis cosas favoritas de tener rutina porque una vez establecida, es muy difícil de romper y muy fácil de retomar.

Nuestras rutinas “ideales” están hechas gracias al conocimiento que hemos obtenido de “The International Sleep Foundation” y de sus exhaustivas investigaciones y recomendaciones sobre la cantidad de sueño que requieren los bebés.

¿Cómo funciona exactamente?

Para tener éxito con una rutina dependerá mucho del estilo de crianza que tengas como papá y tu hijo (s) y su carácter. Si solo tener la idea de “rutina” te causa ansiedad o te pone tenso, entonces con más razón la necesitas ya que es la oportunidad de relajarte un poco y tener mayor control sobre la situación.

Y también por otro lado si eres muy relajado con respecto a los horarios pero notas que tu hijo está constantemente irritable y enojado, entonces considera el darle un poco de estructura y cierta predictibilidad en su día a día para que pueda estar más tranquilo y seguro.

Y lo ideal es que la puedes hacer según tus necesidades, puedes tener solo cierta secuencia de actividades y crear ciertos rituales que puedas repetir día a día con un orden predecible alrededor de las siestas y la hora de ir a dormir por ejemplo.

La vida muchas veces no coopera

Solo como recordatorio, tene en cuenta que tus hijos no son robots, así que no te estreses si no la siguen al pie de la letra con un horario estricto. Esto puede llegar a estresar a muchos papás. Recuerda la vida a veces es algo caótica e impredecible, y no solo cada día es diferente, si no también cada día cambian las necesidades de nuestros hijos.

Y siempre en la mejor rutina del mundo hay lugar para “cierta flexibilidad” las necesidades de sueño de nuestro bebé pueden variar día con día, por ejemplo cuando tenemos día un poco más “ajetreados” probablemente necesitará un poco más de sueño o mover un poco el horario. Así mismo con su metabolismo, su alimentación etc.

Nuestros hijos son pequeños humanos como nosotros, con necesidades cambiantes, así que no entres en pánico si un día la siesta de medio día es más corta de lo habitual.

Sí ya estás listo apara empezar tu rutina, pregunta por nuestros cursos o nuestra asesoría personalizada.

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