En cuestiones de sueño, las cosas con Nicolás (mi segundo hijo) han sido mucho más fáciles. Desde recién nacido, mi esposo y yo logramos organizarnos para dormirlo a las 6pm. OJO, sí despertaba para comer varias veces, pero comía y se volvía a dormir. Casi casi dormía de 6 a 7am ◔ᴗ◔

Pero de repente, las cosas cambiaron…cuando creía que ya estaba del otro lado con el sueño de Nicolás, llegaron las vacaciones de verano y un desajuste tremendo en los horarios de mi bebé de 8 meses. No me estresé y dije “equis, son vacaciones y regresando a la casa me pongo las pilas con la rutina y todo volverá a la normalidad”.

Regresando, lo primero que hice fue acostarlo a sus siestas en horario fijo, pero me falló algo: LA DURACIÓN. Seguro te ha pasado que tu bebé lleva 3 horas dormido, y sabes que YA es hora de despertarlo pero también sabes que si lo dejas dormir un rato más podrás terminar de ver el capítulo de “Working Moms”, trabajar un ratito, preparar la comida, bañarte sin prisa…en fin hay miles de cosas que las mamás hacemos mientras nuestros bebés duermen. Pues eso me pasó, lo dejé dormir siestas larguísimas, hablo de hasta 4 o 5 horas. Por unos días, todo fue maravilloso: dormía siestas largas en el día y en las noches 12 horas de corrido. ¿Y por qué dormía tanto? Porque llegó súper cansado después de casi 3 semanas de vacaciones y las siestas largas le sirvieron para recuperarse del cansancio acumulado. El problema llegó cuando cumplió 9 meses, se juntaron la regresión de sueño + las siestas sin rutina ¡Toda la familia sufrimos!

REGRESIÓN DE LOS 9 MESES

La regresión de sueño de los 9 meses puede ser más intensa si coincidir algunas situaciones como:

1. Los dientes:

Aunque no es regla que un bebé sufra con la dentición, sí puede llegar a pasar y a mi bebé le pasó. Le salieron 3 al mismo tiempo y estaba súper incómodo, pujando todo el día, medio llorando, medio de buenas, medio de malas, en fin, así todo el día por 1 semana ⨀_Ꙩ

2. Aprendió a gatear:

Descubrió que ya era libre de ir y venir por toda la casa, por lo mismo, quería practicar todo el día (y toda la noche). Cuando era hora de la siesta, apenas lo acostaba en la cuna, se ponía en posición de gateo y tenía que estarlo acostando 35 veces antes de lograr que se quedara dormido.

3. Aprendió a pararse:

Se le hizo muy divertido pararse cada que despertaba en las siestas y empezó a despertarse en la noche para hacer lo mismo. Lo malo es que todavía no sabía o tenía dominado el volver a acostarse así que después de estar parado un rato empezaba a llorar por cansancio y había que ir a acostarlo, calmarlo y apapacharlo que se volviera a dormir.

SIESTAS SIN RUTINA

Cuando por fin se acabó la molestia de los dientes, la novedad de gatear y la moda de pararse, pasó lo peor: ¡empezó a despertar antes de las 5am! Era lo único que nos faltaba para completar el combo del cansancio familiar.

Ahí fue cuando me di cuenta que las siestas podían ser las culpables. Los bebés necesitan dormir una o varias siestas en el día dependiendo de su edad.

Hablando en general, existen 3 siestas:

  • La siesta de la mañana, que es corta y 2 horas después de despertar. Coincide con la ventana de sueño de 9-10am
  • La siesta de medio día, que es larga y sirve para recuperarse del cansancio de la mañana y cargar pilas para la tarde. También coincide con una ventana de sueño, la de de 12-2pm
  • La siesta de la tarde, es es mini y su única función es partir la tarde para que un bebé no llegue agotado a la hora de dormir. Muchas veces hay que forzarla porque no coincide con ninguna ventana de sueño, sin embargo, hasta los 7 meses, sí es necesaria.

Una mala distribución de siestas puede provocar que los bebés se vuelvan madrugadores, y la mala noticia, es que toma varias semanas volver al horario regular para despertar. Y aquí va la receta secreta para corregir el horario de un bebé madrugador: ser extra estrictos con la rutina, incluyendo horarios.

Asegúrate de que tu hijo duerma las siestas que necesita en los horarios que necesita, si no sabes de qué estoy hablando, checa nuestros cursos online donde te damos las rutinas ideales por edad.

  1. No dejes que las siestas sean más largas de lo que deben.
  2. No permitas que se “brinque siestas”. Cuando sea hora de dormir, llévalo a dormir, no esperes que tu bebé de 9 meses te diga “ya tengo sueño”. ¡Obsérvalo y busca sus señales de cansancio!
  3. Acuéstalo temprano, la hora ideal es entre 6 y 7pm para bebés de 0 a 18 meses.
  4. Mentalízate a que serán varias semanas de mucha rigidez en horarios, tendrás que ser paciente y no perder de vista tu objetivo: acabar con las despertadas antes de las 6am.

¡Recuerda que los hábitos que formes hoy en tus hijos, serán los que faciliten las cosas mañana! Si necesitas para mejorar los hábitos de sueño de tus hijos síguenos en nuestras redes sociales o escríbenos para darte una llamada diagnóstico grátis.

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