Confieso que con mi primer hijo, durante el 1er año todas sus siestas fueron una PE-SA-DI-LL-A A sus 12 meses tenía que seguir cargándolo y sometiéndolo como “tiburón afuera del agua” para que se pudiera dormir. Y lo peor es que tenía que quedármelo en brazos toda la siesta, sino despertaba y no había manera de que se volviera a cerrar los ojos. Si hubiera sabido todo lo que hoy sé sobre las siestas, horarios y rutinas, mi primer año de mamá hubiera sido “diferente”. Las siestas siempre, SIEMPRE son más difíciles que las noches por la simple razón de que estamos diseñados para dormir de noche y no de día. En las noches, nuestro cuerpo segrega melatonina (hormona del sueño) y los niveles de cortisol (hormona del estrés) bajan, por lo tanto es más fácil conciliar el sueño en la noche. En cambio, durante el día sucede lo contrario; el cortisol se mantiene en niveles altos para poder estar despiertos y alerta, evitando que nos quedemos dormidos a medio desayuno, por ejemplo. Bueno, ahora que ya sabes que dormir niños de día es menos fácil que dormirlos de noche, te explico 3 razones por las que las siestas fallan:

1. No son a la hora adecuada

Al nacer, los bebés pueden estar despiertos 30 o 45 minutos y conforme van creciendo, este tiempo va aumentando hasta que al año aguantan 2 o 3 horas sin caer en agotamiento o cansancio extremo.

Además, entre los 4 y 6 meses, se desarrollan las ventanas de sueño que esos momentos en los que su cuerpo pide dormir y coopera para lograrlo. Te darás cuenta que si tu acuestas a tu hijo en una de estas ventanas, le cuesta menos trabajo quedarse dormido.

En términos generales, las ventanas de sueño son 3: de 9 a 10am, de 12 a 2pm y de 6 a 7pm, siendo esta última la hora de decirle buenas noches. Trata de dormir a tu hijo en estos horarios y con el ambiente adecuado (adelante les explico de qué hablo) para lograr una siesta exitosa.

2. No son en el ambiente ideal

No esperes que tu bebé se duerma en un lugar donde tú tampoco podrías dormirte. Sobretodo cuando los bebés todavía no son expertos dormilones, es importante procurar que el ambiente para dormir sea el ideal: en su cuna, en un cuarto oscuro, con white noise.

CUNA – porque es y siempre será el mejor lugar para dormir, fue diseñada para eso…¿o no? Debe ser una cuna adecuada para su edad, libre de distractores (móviles), cobijas sueltas, almohadas y muñecos.

CUARTO OSCURO – porque así favoreces la producción de melatonina, esa fabulosa hormona que nos ayuda a quedarnos dormidos.

WHITE NOISE – porque genera un ambiente relajado, con un ruido monótono y aburrido que ayudará a que tu bebé se duerma. Además, ayuda a bloquear los sonidos del exterior (hermanos gritones, perros, timbre, vecino escandaloso, etc.) El sonido ideal es una lluvia intensa. No gastes en una máquina de white noise que sólo cumple con esa función, ¡busca una app gratuita!

3. Ya no necesita siesta

Puede ser que estés forzando a tu bebé 11 meses a dormir una siesta que ya no necesita y por eso te pasas horas arrullándolo y él, simplemente no se duerme. Aquí abajo verás el número de siestas que necesita un bebé de acuerdo a su edad. Para conocer los horarios ideales checa nuestros cursos online.

Recién nacido: 3-5 siestas
Bebé de 4-7 meses 3 siestas
Bebé de 8-18 meses 2 siestas
Toddler de 1.5-3 años 1 siesta

El que persevera alcanza, recuerda que tu hijo aprenderá lo que tú le enseñes. ¡Es cuestión de paciencia y constancia!

#siestas #ventanasdesueño #siestasporedad

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *