Son las 2am y empiezas a oír ruiditos que vienen desde el cuarto de tu hijo. Te esperas 5 minutos y los ruiditos ya se convirtieron en pujidos, 5 minutos más y ya hay llanto. No queda otra opción que ir a ver qué pasa. “Que no cunda el pánico”, todavía hay chance de que todos en casa se vuelvan a dormir, sólo hay que descubrir qué despertó a nuestro hijo y solucionarlo para que pueda volver a dormirse (y tú también).

En el blog de la semana, armamos la lista de las 10 razones más comunes por las que despierta un bebé en la noche. Ojo, no van en ningún orden específico.

1. HAMBRE
Un bebé de 4 a 9 meses que apenas pesa 7kg todavía necesita entre 1 y 2 tomas nocturnas. Así que si es el caso de tu bebé, es muy probable que el hambre todavía lo esté despertando. Un bebé que toma fórmula tiene horarios fijos para las tomas, así que en la noche es más fácil saber si fue el hambre lo que lo despertó. En cambio, con la lactancia materna, toma un poco de tiempo aprender a distinguir cuándo el hambre es culpable y cuándo bebé sólo busca apapacho.

2. ASOCIACIONES PARA DORMIR
Les llamamos así a las rutinas/actividades/situaciones que necesitan nuestros hijos para quedarse dormidos. Pueden ser tomar leche, pellizcar el brazo de mamá, jalar el pelo de papá, pegarse al pecho sin succionar, abrazar su almohada, hacer ruiditos, etc. Se forman entre la semana 12 y 16. Una asociación positiva es aquella que el bebé solito puede repetir cada que termina un ciclo de sueño (entre 2 y 4 horas) para volverse a dormir . El problema es cuando los papás estamos involucrados en esta “asociación” y entonces tenemos que ir cada 2 horas a arrullar, por ejemplo, a nuestro bebé para que vuelva a dormir. ¿Te suena conocido?

4. REGRESIONES DE SUEÑO
A los 4, 9, 12, 18, 24 meses, o cuando adquieren nuevas habilidades. Son parte del proceso de maduración y no siempre tienen que ver con hambre. Sobre todo en el primer año, el ciclo de sueño de un bebé pasa por muchos cambios así que en lo que su cuerpo se ajusta, parecería que no quieren dormir aunque sí lo necesitan. Un bebé que ha llevado una rutina fija, con hábitos para dormir sanos y que duerme buenas siestas, es menos propenso a sufrir durante las regresiones comparado VS un bebé que está agotado constantemente o necesita mucha ayuda para dormir.

5. DIENTES
No es regla que los dientes signifiquen sufrimiento para todos los bebés. En general, si tu bebé está molesto en el día por la salida de los dientes, es probable que en la noche esté igual. Por el contrario, si en el día está feliz pero en las noches despierta llorando, no podemos culpar a los dientes. Cosas frías como mordederas o paletas de leche materna y apapacho de mamá/papá ayudan a que las molestias sean menores.

6. AGOTAMIENTO
Un bebé cansado que no toma buenas siestas, despertará constantemente durante la noche. El cortisol lo tendrá en un ciclo de seguir despierto a pesar de estar cansado y como resultado, de pésimo humor por no poder dormirse. ¡Ayudar a que tu bebé tome buenas siestas podría eliminar esos molestos despertares durante la madrugada!

7. DEMASIADO DESCANSO
Nuevamente hablamos de extremos. Así como un bebé agotado no puede dormirse, tampoco un bebé demasiado descansado lo logrará. Si la siesta de la tarde duró 4 horas, ten por seguro que tu bebé tendrá pila por un largo rato o se le hará súper chistoso despertar a las 4am a platicar y gritar. Cuida que haya una proporción adecuada de sueño de día y noche de acuerdo a la edad de tu hijo. Si no sabes de que hablamos, dale una revisada a esta tabla.

8. REFLUJO
Un bebé que sufre de reflujo despertará constantemente hasta que el tratamiento recetado por su doctor haga efecto. Aún cuando tengas rutina, horarios y rituales, el reflujo seguirá molestando a tu bebé, evitando que duerma y descanse lo que necesita. Además, a esto hay que sumarle que estará mucho más irritable por la deuda de sueño acumulada. Es muy importante que antes de empezar el tratamiento, el doctor les explique los efectos secundarios para que todos estén preparados.

9. ENFERMEDAD
Esa gripita insignificante puede ser la causante de que tu bebé no coma bien en el día y entonces, empiece a despertar en la noche. Dale unos días para que se recupere cuidando que su alimentación durante el día sea la adecuada. Se vale que papá o mamá pasen la noche en el cuarto del bebé para monitirearlo. Una vez que esté sano, será más fácil salir lentamente de su cuarto que “correrlo” de la cama de los papás si es que durante la enfermedad durmieron todos juntos en el mismo cuarto/cama.

10. PAÑAL SUCIO
Hay bebés que no soportan la sensación del pañal mojado. Si tu bebé es de esos, te conviene invertir en unos muy buenos pañales absorbentes. Y aquí les va un SÚPER TIP, usar pañaleros o onsies muy apretados (es decir, que apenas se pueden abrochar de abajo) provocará que el pañal se exprima y tu bebé amanezca mojado. Así que en las noches vístelo con ropita adecuada para su tamaño.

No te resignes a no dormir. Si crees que tu hijo necesita un ajuste en su rutina y mejorar sus hábitos para dormir contáctanos; tenemos cursos online, consultas telefónicas y planes personalizados.

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