En la última sesión de preguntas y respuestas que tuvimos, varios papás nos pidieron nuestra opinión sobre el uso de melatonina (en gotas, gomitas, etc.) para ayudar a sus bebés a dormir. La realidad es estamos convencidas de que hay muchas otras opciones que agotar antes de darle un “suplemento” a un bebé que tiene problemas para dormir. Y es que, como dice nuestra gurú de sueño, Emma Purdue, de un tiempo para acá se escuchan más casos de niños sanos, sin ningún trastorno diagnosticado, que toman melatonina de manera regular para “ayudarlos” a dormir mejor.

¿Qué es la melatonina?

Para los que no están tan familiarizados con el tema, la melatonina es conocida como la hormona del sueño. Nuestro cuerpo la produce de manera natural, la segrega la glándula pineal en el cerebro en ciertos momentos del día, sobre todo cuando estamos a oscuras. Por eso es que insistimos mucho en la que las siestas se hagan a oscuras, es una manera de facilitarle las cosas al cuerpo.

El cerebro de un bebé sano empezará a producir su propia melatonina alrededor de las 8 semanas. Luego, entre el mes 4 o 5, habrá logrado regular su producción y ajustar su reloj interno. ¡La disponibilidad de alimentos, luz, interacción social son factores críticos para acabar con la confusión día/noche! El cuerpo de un bebé, niño o adulto sano segrega melatonina entre las 6 y 8 pm para poder dormir y facilitar el proceso. Esto implica que cuando la melatonina sube, el cortisol baja. Estas hormonas se comportan como un subibaja para mantenernos despiertos o dormidos según sea el momento del día. Cuando la melatonina sube, el cortisol baja de manera natural.
La melatonina debe ser recetada por un doctor, así como cualquier otro tratamiento o antibiótico. De hecho, se dice que la melatonina sí ha ayudado en algunos casos de niños diagnosticados con Autismo o Asperger que presentan problemas para dormir. ¡Ojo! Sólo el pediatra o médico familiar, que conoce el desarrollo de sus hijos podría dar la indicación. Nunca acepten la recomendación de la vecina que la usó con su hijo y le funcionó de maravilla. Todos los niños son diferentes y no todos los casos son iguales. El tema con tomar melatonina como suplemento, es que aún no existe evidencia real sobre sus efectos a futuro. ¿Será que, a la larga, afecta la habilidad del cuerpo para producirla naturalmente? Creemos que no vale a pena correr el riesgo cuando hay otras maneras de ayudar al cuerpo a dormir bien. Ser constantes es el ingrediente secreto para poder lograrlo, aquí les van algunos tips:

Niños entre 2.5 y 3 años

  • ¿Todavía toma siesta y dormirlo en la noche es cada vez más difícil? Tal vez llegó el momento de ajustar horarios. Para encontrar el balance perfecto entre sueño de día y sueño de noche, empieza por despertarlo 15min antes de su siesta. Cada 2 o 3 días recorta otros 15min y observa cómo se comporta a la hora de dormir.
  • Si ya empezaron a lidiar con el miedo a la oscuridad, déjale una lamparita de noche con luz cálida. No es recomendable la luz blanca o azul pues afecta la producción de melatonina, de hecho trata de no exponerlo a pantallas al menos 2 horas antes de dormir.
  • En el ritual para dormir, incluyan actividades tranquilas como leer un libro o armar rompecabezas, de preferencia nada de cosquillas o juegos estimulantes.
  • Un súper truco es exponer a los niños al sol después de cenar y poquito antes de llevarlos a dormir, así, al momento de entrar al cuarto (que ya debe estar oscuro) se producirá más melatonina de forma natural. ¡También aplica en bebés!

Bebés

  • Asegúrate que tu bebé duerma en las ventanas de sueño naturales (de 9 y 10am, de 12 y 2pm, 6 a 7pm).
  • Para bebés de menos de 8 meses que todavía necesitan una 3er siesta en la tarde (entre 3:30 y 6pm), no hay una ventana de sueño natural, así que puedes ayudarlos a dormir con un poco de arrullo o un paseo corto en la carriola. La idea es que duerman +/-20min para “sobrevivir” el resto de la tarde y no llegar agotados a la hora de dormir.
  • En general, las 6:30pm es una buena hora para dormir a los bebés de menos de 18 meses.
  • La oscuridad es necesaria para que un bebé duerma mejor, ellos aún no le tienen miedo, así que entre menos luz entre en su cuarto, mejor. Aplica en las siestas y en las noches.
  • En el ritual para dormir, dedica 15 minutos a relajar a tu bebé. Le sirve para desconectarse de todo lo que aprendió, el acelera del día y hará más sencillo el proceso de quedarse dormido.

Recuerda que la rutina es básica para establecer hábitos de sueño sanos, no se trata de ser una loca de los horarios sino de darle una constancia a las actividades de tus hijos. Con esto les das tranquilidad y confianza porque saben qué sigue después, además te evitarás estar negociando con ellos por ir al parque cuando es hora de ponerse la pijama, por ejemplo.

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