Hace unos días, tuvimos una plática súper interesante con Maria José Llanes, donde hablamos sobre la imagen corporal en nuestros hijos. Ella está certificada en Educación y Sexualidad por la Universidad de los Andes (Colombia) y tiene 10 años de experiencia en educación así que creanme, sabe cómo abordar los temas que a muchos papás nos ponen nerviosos. Les comparto un poco de lo que nos contó para construir relaciones sanas con nuestros chiquitos.

Maria José mencionó que hoy, nosotros como papás tenemos la responsabilidad de ser esos padres que necesitan nuestros hijos. No el padre que nos hace sentir cómodos. Hay que quitarnos tabúes de nuestra niñez o juventud para formar relaciones sanas con nuestros hijos, dándoles siempre confianza y apertura para que puedan acercarse a hablar de cualquier tema.

Tocamos también el tema de prevención del abuso o acoso, y resulta que un niño que no conoce su cuerpo podría ser abusado con mayor facilidad sin ni siquiera saber que está pasando. Por eso es vital que desde bebés hablemos con nuestros hijos de anatomía y llamemos las partes de su cuerpo por su nombre. Es decir, no poner apodos e insistirles que su cuerpo es increíble. Además, conforme vayan creciendo, hay que explicarles las funciones que realiza nuestro cuerpo. Empiecen por temas sencillos como el movimiento de brazos y piernas, el sueño, la digestión…para que eventualmente puedan pasar a temas de sexualidad con un camino ya recorrido.​

Nos dijo que los papás somos parte importante de la imagen corporal que se forman nuestros hijos sobre ellos mismos, y me hizo mucho sentido lo que decía María José sobre elogiar sentimientos, actitudes decisiones, es decir, no quedarnos solo con el “que guapo te ves” o “que bonita te ves peinada así”. Nuestros hijos deben de escuchar de su círculo cercano que son inteligentes, creativos, fuertes, rápidos, mágicos, generosos, cariñosos, etc. Tener buenos sentimientos y pensamientos hacia su cuerpo favorecerá la formación de una imagen corporal ideal sana que se define entre los 8 y 9 años. Y yéndonos al lado físico, seamos mas conscientes de cómo hablamos nosotros mismos de nuestro cuerpo. Por ejemplo, cuando sentimos que nos aprietan los jeans o ya no nos cierra la camisa, evitemos frases como “estoy como cerdo”, “que gorda”, “me veo horrible”. Será mucho más asertivo decir, “me siento incómodo, creo que necesito comer más sano” o “voy a desayunar una quesadilla y mejor dejo el pan para más tarde”. Recordemos que nuestros hijos son nuestro reflejo, y muchas veces sin entenderlo, van por la vida repitiendo lo que decimos hasta que se convierte en una creencia, SU CREENCIA.

​​Por otro lado, está la tecnología con la que convivimos diario. Cuidemos qué le enseñamos “indirectamente” a nuestros hijos, es decir, cuando lo dejamos ver la tele, prestamos el celular, iPad, compu, etc. Hablando de época de pandemia, es muy probable que estén viendo más pantallas de toque regularmente hacen..¡y está bien! Cada quien hace lo que puede con lo que tiene, aquí no juzgamos.

El punto es que tengan acceso a medios positivos, desde la música que oímos en el coche, hasta las películas que ven con nosotros un sábado en la tarde. Jugemos a deconstruir los mensajes que hay en lo que vemos y oímos. Nosotros podemos explicarles que los super héroes que salen en la tele son sólo personajes, no son reales (cuándo haz visto un perro que habla, por ejemplo). Hagámosles saber qué es real y que es fantasía para que su imagen corporal se forme sobre la realidad. ​

Y bueno…para cerrar le agradecemos a María José Llanes por la plática tan interesante y los invitamos a que chequen todo el contenido que genera en sus redes de @nest.educa (Instagram y Facebook). Encontrarán muchísimos tips para formar hijos seguros, sanos, informados y sobre todo amados.

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